El objetivo de la nueva iluminación es:
a.- Restituir estéticamente el edificio a su aspecto original eliminando unos elementos ajenos a él, como eran los antiguos focos, situados a mitad de la torre que afeaban la contemplación del conjunto arquitectónico.
b.- La reducción del consumo energético. Los 10 focos antiguos, de 150 vatios cada uno, se han sustituido por cuatro focos de tecnología led de 80 para el exterior y uno de 10 para el campanario.
c.- Conservar el edificio. Cada uno de los 10 focos antiguos se sujetaron con dos tirafondos metálicos de un centímetro de ancho por 10 de largo, agrietando la piedra arenisca de la cornisa de la torre. Esta piedra es fácilmente destruible como se puede ver en la portada del templo parroquial, así como el efecto que realizan sobre la misma los clavos. Cada foco nuevo está sujeto a un bloque de hormigón que descansa sobre el tejado, sin dañar el edificio, oculto en la medida de lo posible y siendo la instalación totalmente reversible de una forma fácil.
d.- Iluminar el templo con la técnica conocida como bañado del edificio, una luz colocada en la parte inferior del mismo que acentúa el juego de luces y sombras que tanto gustaba a los arquitectos barrocos, y que realzará el estilo arquitectónico de nuestro templo parroquial.
Agradecer a dos ricoteños, Javier y José Victorio, el trabajo realizado en la retirada, y especialmente a nuestro amigo Manolo, que hizo el trabajo más arriesgado, como se puede ver en el dossier fotográfico.
Esperamos que el resultado sea de vuestro agrado.