Ricote todavía conserva importantes restos de su pasado, los cuales es necesario proteger. La última actuación realizada ha sido en las sepulturas musulmanas del monte Algezar, donde se ha colocado una valla de separación entre el camino y el emplazamiento de las tumbas. Queda pendiente la limpieza y señalización de la zona arqueológica, para lo que se ha contactado con la asociación cultural La Carrahila y Caramucel.
Es un conjunto de ocho tumbas estrechas, con una media de profundidad de medio metro, que alojaban los cuerpos en posición decúbito lateral derecho con una orientación NO-SE, y el rostro dirigido hacia el SE, con las piernas ligeramente flexionadas.
(Sánchez-Pravia, José (1987). Una necrópolis musulmana en el cabezo del Algezar, Ricote-Murcia. Arqueología Medieval Española. II Congreso. Madrid 19-24 de enero 1987. P. 149-156)